Verano de 2011: un pequeño grupo se dirige a visitar la Sima Bego, en la Sierra de Mollina. Son cuatro espeleólogos, dos de ellos se han ofrecido a enseñársela a los otros dos que no la conocen. Han oído hablar de sus maravillosas y extrañas formaciones: corales, huevos fritos, coladas blanquísimas, estalagmitas finas y rizadas elevándose en busca de sus compañeras del techo, buscando esa unión que se producirá en el transcurso de los siglos en forma de columna… Están deseando conocerla. Los cuatro aman las cuevas, para ellos la entrada a una cavidad es entrar a un santuario donde, en esa paz y silencio que sólo en ellas se encuentra, el ser humano se siente menos protagonista de lo que siempre había pensado que era.
El motivo que me lleva a escribir estas líneas, no es otro, que el de poner en valor -tras una experiencia formidable- la forma y modo de llevar a efecto el recorrido en el interior de una cueva abierta al publico, pensando por encima de todo destino comercial en el medio ambiente y, teniendo por bandera la ecología en sus mas estrictos términos.
Intervención realizada el 8 de Diciembre de 2008
en las XXVII Jornadas de Espeleología Vascas (Gernika-Lumo)
Oier Gorosabel Larrañaga (ADES)
1. INTRODUCCION
La carencia de nuevos espeleólogos es un tema que siempre acaba saliendo en las conversaciones subterráneas. En la húmeda espera de un pozo, en el momento del almuerzo... los compañeros del ADES han tenido que soportar repetidamente mis alegatos por una mayor presencia mediática. En una ocasión alguien me retó, medio en serio medio en broma, a que dictara una ponencia sobre el tema en las Jornadas que estábamos preparando. Probablemente pensaba que saldría escaldado de un auditorio compuesto en gran medida por espeleólogos veteranos, pero no contaba con que tengo ascendientes navarros: así que acepté el reto.
El GES de la SEM tiene sus locales en el Centro Cultural “Jose Maria Gutierrez Romero”, en la calle República Argentina nº 9, de Málaga. Esta dirección se halla en el barrio residencial denominado Limonar, zona donde a principios del siglo XX las familias más adineradas de nuestra ciudad edificaron sus casas, con amplios jardines, y siempre de espaldas al mar. Para ellas, el mar era un lugar donde los más desfavorecidos luchaban para sobrevivir con los escasos recursos que obtenían con la venta de la pesca. Míseras casitas de pescadores se alzaban en primera línea de costa. Algunas, se conservan todavía, y hoy dia se han reciclado en restaurantes donde se sirve el pescaíto frito; otras siguen siendo los hogares de familias descendientes de aquellos pescadores.
Con este artículo, adelanto una pequeña parte del trabajo que sobre este tema tan apasionante de la Mujer y la Espeleo, estoy realizando. Y digo apasionante, por su pequeña participación a lo largo de la historia de este deporte, y ello conlleva a plantearse preguntas sobre el por qué de esta realidad. Las minorías siempre presentan un debate sobre sus causas. Ahora ya ha llegado el tiempo de empezar a resolver incógnitas.
Los deportes extremos son todos aquellos deportes o actividades de ocio con algún componente deportivo, que por su real o aparente peligrosidad o por las condiciones difíciles o extremas en las que se practican se consideran bajo este término (Wikipedia).
Este reciente término que se ha popularizado en la última década del siglo XX, ha sido utilizado dentro del deporte alternativo y por lo medios de comunicación para relacionar sus productos y atraer la atención de quienes están en busca del reto y la aventura,
Lago E.R.E. el sifón de la discordia
En primer lugar, vayan por delante mis felicitaciones al equipo combinado de Cavex Team y al Interclub de la Sierra de las Nieves por el trabajo y los resultados obtenidos el pasado año 2.007 en el Sifón del lago E.R.E en Sima G.E.S.M., donde se confirmaba la existencia de nuevas galerías aéreas postsifón.